N. Catalina Aguaysol*, Victoria González* y Gabriela M. Fogliata*
*Ing. Agr., Sección Fitopatología, EEAOC.
Sintomatología
El síntoma de roya amarilla se manifiesta mediante la formación de pústulas de 0,5 a 1 mm de longitud. Estas se disponen normalmente alineadas a lo largo de la nervadura de la hoja formando lesiones alargadas (estrías) (Figura 1). Las pústulas (uredosoros) rompen la cutícula para desprender las esporas (urediniósporas o uredósporas), las cuales tienen un color amarillo o anaranjado confiriendo el aspecto característico de este patógeno (Figura 2). El tamaño y la longitud de las estrías dependerán del tipo de infección y susceptibilidad varietal. Los síntomas se presentan tanto en las hojas basales como en las superiores y en un estado avanzado de la enfermedad las hojas se secan de forma prematura.
Características de la enfermedad
Sobrevivencia y dispersión de los patógenos
Puccinia striiformis f. sp. tritici es un parásito obligado, lo cual significa que sobrevive en tejido vegetal vivo. Las royas en general suelen tener un huésped alternativo, de diferente especie vegetal, para completar su ciclo.
En condiciones de campo se ha reportado Berberis spp. (Agracejo) como huésped alternativo de P. striiformis.
La dispersión se realiza a través del viento. Se generan esporas
y una nueva infección en intervalos cortos (aproximadamente ocho días).
Factores ambientales críticos
La infección ocurre en cualquier estado fenológico del cultivo con tiempo relativamente fresco y húmedo. Los factores ambientales más importantes para su desarrollo son alta humedad relativa con presencia de agua libre y temperatura óptima de 7ºC a 15ºC.
Comportamiento de la enfermedad
Dependiendo de la variedad, localización del campo y producción
potencial de cada año, el control debe contemplar las siguientes recomendaciones generales: