Soy María Laura Tortora, tengo 36 años. Soy Licenciada en Biotecnología, Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia, UNT, Doctora en Ciencias Biológicas, por laFacultad de Agronomía y Zootecnia – UNT y estoy cursando la Especialización en Biotecnología, Industria y Negocios, Universidad Nacional de Quilmes (modalidad virtual).
Trabajo como investigadora asistente en el Subprograma Agronomía de la Sección Caña de azúcar de la EEAOC desempeñándome profesionalmente en el Área de de Microbiología Agrícola y Bioproductos.
Actualmente me encuentro trabajando en el desarrollo de Bioproductos en cultivos energéticos (caña de azúcar y sorgo azucarado) mediante convenios de investigación con diferentes empresas productoras de biofertilizantes. En nuestra provincia, el uso de bioinsumos agrícolas es un tema que durante los últimos años se ha vuelto prioritario por considerarse una alternativa sustentable desde lo económico y ambiental. La posibilidad de formarme en gestión, administración, regulación y estrategias de Bionegocios ha sido una gran oportunidad para mi crecimiento profesional. Adquirí conocimientos sobre modelos de negocios y formas de organización empresarial de empresas de base científica, sobre gestión y regulación de la propiedad intelectual y modelos de comercialización. Por otro lado, hemos analizado cómo se desarrolla la biotecnología a nivel mundial y local y cuál es su perspectiva de crecimiento a mediano y largo plazo.
Temas que me parece interesante discutir
- Optimización de un sistema integral de manejo agronómico sustentable de los cañaverales.
- Reducción en el uso de fuentes de fertilización sintéticas mediante la utilización de bioproductos.
- Importancia de los microorganismos en la estimulación del crecimiento de las plantas y el control de enfermedades.
- Dificultades en el registro de bioinsumos.
- Rol de las instituciones públicas en la difusión de estas nuevas tecnologías.
Dos preguntas
Responde: Paulina Becerra (Docente del posgrado Biotecnología, Industria y Negocio de la Universidad Nacional de Quilmes en la modalidad virtual)
¿Cuál es la importancia de la innovación en el desarrollo de proyectos biotecnológicos?
Los proyectos biotecnológicos buscan abordar oportunidades, problemas o desafíos que se enmarcan en el campo de las ciencias y las tecnologías de la vida. En ese sentido, se trata de un campo en claro despliegue durante las últimas décadas que presenta un contexto complejo y altamente dinámico, asociado con el riesgo y la incertidumbre. El entorno y los problemas que se propone enfrentar la biotecnología actual podrían caracterizarse con la sigla VICA: Volátiles, dada la velocidad a la que se producen los cambios y el alto dinamismo de los sectores productivos y de servicios asociados; Incierto: en función de una multiplicidad de situaciones poco previsibles en un entorno cambiante; Complejos: con alta variabilidad de las condiciones de un entorno cada vez más global y que requiere mayor profundidad en su comprensión; Ambiguos: ya que implican una amplitud de factores con múltiples interpretaciones posibles y emergen situaciones sin precedentes en las que apoyar el desarrollo. Es por ello que las soluciones posibles a los distintos problemas son muy diversas, requiriendo experimentación y exploración de alternativas, procesos de abordaje iterativos que se apoyan en un conjunto particular de habilidades específicas. Así, la innovación se posiciona no como una alternativa aspiracional en el sector sino como una condición de base para la competitividad y la diferenciación.
¿En qué estado se encuentra la Industria Biotecnológica de Argentina en comparación con el resto del mundo?
Según recientes estudios de la OCDE, la Industria Biotecnológica es considerada una prioridad en países con altas tasas de desarrollo económico. En esta línea, recientemente el MINCyT ha reconocido esta rama tecnológica como uno de los ejes estratégicos para el desarrollo local. La interacción con otras ramas tecnológicas como la nanotecnología, las tecnologías de la información y las de nuevos materiales podría acelerar la construcción de capacidades, y ampliar significativamente la posibilidad de desarrollar nuevos procesos y productos. En Argentina se registraron algo más de 200 empresas dedicadas a una diversa gama de actividades biotecnológicas. Este conjunto de empresas ubica a Argentina en la posición 16º a nivel internacional, con ventas cercanas a los 15 mil millones de dólares y un 18% de exportaciones/ventas. Estas empresas emplean cerca de 2700 personas en actividades de I+D, de las cuales un tercio se desempeña en tareas estrictamente biotecnológicas. Cabe destacar que aproximadamente 2/3 de las firmas tienen menos de una década de fundación, lo que pone en evidencia el dinamismo empresario que sustenta la actividad. Estos indicadores, si bien son alentadores, señalan la urgencia con la que deben asegurarse y sostenerse ciertas condiciones de entorno para favorecer el crecimiento de las empresas existentes y el surgimiento de nuevas, de modo que la industria biotecnológica se posicione de manera estable en la estructura productiva nacional.
