El 1º de octubre de 2024, a sus 89 años, falleció Joaquín Daniel Gargiulo, el miembro de mayor antigüedad del Honorable Directorio de la EEAOC, al que se integrara en 1999 como representante del sector ganadero. Su permanencia en el cuerpo directivo de la institución se mantuvo por lo que -más allá de la filiación sectorial que le valió su incorporación- supo aportar desde su mirada de empresario que fue consolidando a través del tiempo.
Don Joaquín fue lo que los anglosajones llaman “a self made man”, alguien que supo hacerse solo y lograr una posición de primera jerarquía en el mundo de los negocios vinculados con la producción. En su caso, especialmente en el rubro del transporte automotor de carga.
Su primer y decisivo encuentro con la modernidad y el progreso le fue deparado cuando, cumpliendo el servicio militar, le tocó conocer la ciudad de Rosario, en fuerte contraste con Teodelina, el pequeño poblado del sur santafesino donde había nacido.
Contando apenas con su educación primaria, motorizado por su visión emprendedora y dotado de un tesonero temperamento, supo ver en las condiciones de su inmediata realidad las oportunidades para desarrollar las potencialidades del rubro en el que se inició en el trabajo remunerado. Primero, como conductor de un camión de carga para traslados de corta distancia; luego, como transportista de combustibles de YPF hacia el norte del país; y posteriormente, como administrador de la logística de ese servicio. Así terminó conociendo en la ciudad de Concepción -de Tucumán- a quien sería su esposa y madre de sus hijos, hecho que determinó que se afincara en la provincia en la que consolidaría su identidad empresaria. Y si bien cumplió con el mandato campesino de su Santa Fe natal incursionando en la actividad ganadera, sería en el transporte de carga donde encontraría su mayor fortaleza comercial. JDG, la sigla de su nombre completo, terminó siendo la marca registrada del mayor emprendimiento automotor de cargas de la región. Hoy es reconocido el predio en el que se conjugan las prestaciones de una estación de servicios, la representación comercial de las cubiertas Michelin y las oficinas y talleres de JDG Transporte, bajo el nombre de GAR S.A.
Dueño de una personalidad que trasuntaba afabilidad y optimismo, supo ganarse con su buen criterio, simpatía y espíritu solidario posiciones de relevancia en la esfera pública, participando ad honorem en organizaciones empresarias como la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas, la Federación Económica y la Sociedad Rural de Tucumán y, en especial y por siempre, en el Honorable Directorio de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, en el que permaneció, con asistencia perfecta, hasta su último día. En esta posición, como el último representante del Directorio que, bajo la presidencia de Manuel Martínez Zuccardi, marcó entre 1999 y 2003 el inicio de un proceso de modernización institucional acorde con las exigencias del paradigma agroindustrial del siglo XXI.
Don Joaquín Daniel Gargiulo fue, por su persona y por sus actos, un singular ejemplo de perseverancia, honradez y capacidad, en el mejor y más amplio sentido de la palabra progreso.