Cultivo Saccharum spp.
Plaga Diatraea saccharalis (Fabricius) (Lepidoptera: Crambidae), gusano perforador de la caña de azúcar
L. del Pilar Pérez1, R. Budeguer1,2, Débora Rodriguez1; Rodrigo Iovane1 y David Hernandez1
Ciclo biológico
- Huevos
Son delgados y elípticos, de color crema al principio tornándose amarillos, luego naranja hasta alcanzar un color traslúcido que permite observar la larva dentro de los mismos (cabezas negras). Las posturas son colocadas en masas de 5 a 30 huevos, mayormente en la lámina de la hoja de la caña.
- Larva
Pasan por cinco o seis estadios, son de color blanquecinas y tienen un patrón de líneas y puntos marrones, que a veces son muy débiles en las invernantes. Su cápsula cefálica es de color marrón anaranjado. En el cultivo, las larvas recién emergidas se mueven de la lámina de la hoja hasta la vaina y se alimentan del parénquima de la misma. Después del segundo o tercer estadio, se introducen al tallo y forman galerías. Previo al finalizar el estado larval, el gusano agranda la galería formada y abre una perforación en la corteza del tallo, de donde emergerá el adulto.
- Pupa
Se encuentra en el interior del tallo. Es de color marrón y de forma cilíndrica.
- Adulto
El adulto es de color amarillo claro, de tamaño variable. Los machos miden de 18 a 28 mm de envergadura alar y las hembras van de 27 a 39. En Argentina hay muchas especies del género Diatraea muy similares con otras; por ello por ello es necesaria examinar la genitalia del macho para confirmar la identificación de la especie.
Distribución geográfica y cultivos hospederos
Esta especie se encuentra distribuida ampliamente en Argentina. En caña de azúcar fue citada en Tucumán, Jujuy, Salta, Misiones, Santa Fe y Chaco.
El hospedero principal es la caña de azúcar. En la región pampeana de Argentina es la plaga principal del maíz. Otros hospederos son sorgo y arroz. Entre las malezas citadas como hospederas se hallan Arundo donax, Sorgum halepenses, Echinochloa cruz-pavoni, Paspalum virgatun y Sorgun vulgare.
Daños
El principal perjuicio ocasionado por la plaga es la disminución contenido de azúcar, por la acción de hongos y bacterias que ingresan al tallo por la perforación que realiza la larva. Dichos microorganismos desdoblan la sacarosa (Figura 6). La Sección Zoología Agrícola de la EEAOC determinó que intensidades de infestación de un 1% ocasionan pérdidas equivalentes a 620 gramos de azúcar por tonelada de caña. Esto significaría que con 10% de II, un lote con rendimiento promedio (63 t/ha) perdería 390 kg de azúcar por hectárea. Esta disminución en el azúcar se ve incrementada si se realiza la cosecha tardíamente. Por ello una estrategia de mitigación de pérdidas es la cosecha temprana de los lotes con II mayores a 10% .
Esta plaga también provoca daños en las yemas de los tallos disminuyendo su número y su viabilidad (Figura 7). El daño impacta directa e indirectamente en el potencial de uso del lote para caña semilla; si los porcentajes de intensidad de infestación son altos, el productor tendrá que replantear el uso de esa caña como semilla.
Otro daño importante que provoca esta plaga es producir el quiebre de las cañas, lo que determina mayores pérdidas de cosecha (Figura 8).
Fluctuación poblacional
En la provincia de Tucumán, la plaga está presente durante todo el ciclo del cultivo de la caña de azúcar con cinco generaciones. En condiciones de campo se observan una primera generación primaveral, tres generaciones de verano y una invernal. Los picos poblacionales coinciden con las etapas fenológicas del cultivo de gran crecimiento y maduración (generaciones de verano). La quinta generación abarca otoño e invierno, las larvas están ubicadas en la parte baja de los tallos y en las cepas en estado de hibernación. Es la generación de mayor duración y de la que emergerán los adultos que reinfestarán los cañaverales en la siguiente primavera.
Monitoreo
Se deben cortar tres muestras de 10 tallos de caña por tablón o unidad de manejo intentando abarcar todo el lote en cuestión. Las 10 cañas de cada muestra deben ser de distintas cepas y pueden extraerse de raíz o cortarse en la base del tallo (en este caso se debe desinfectar la herramienta de corte para no transmitir enfermedades). Posterior a esto se debe contabilizar la cantidad de entrenudos con perforación y entrenudos totales y calcular la Intensidad de infestación. Este dato nos da una idea aproximada del estado del cañaveral y a partir de esta información, el productor podrá distinguir cuáles lotes o fincas presentan mayores ataques y seleccionar los mismos para comenzar la cosecha. También servirá como antecedente para aportar información al historial del lote.