
Capacitación y comunicación. La tarea continúa
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Hasta el año 2022, la provincia de Tucumán estaba libre del insecto vector del HLB (Huanglongbing), Diaphorina citri (psílido asiático de los cítricos), portador potencial de la bacteria Candidatus Liberibacter spp. Compartía esta condición fitosanitaria con la vecina Catamarca y, más al sur del país, con la localidad de San Pedro, al norte de provincia de Buenos Aires.
En marzo de ese año, D. citri fue detectada en García Fernández, un sector urbano tucumano en el departamento Leales, y poco después apareció en zonas urbanas de Villa Fiad, Villa de Medina y Trinidad y Concepción, tanto en trampas amarillas ya instaladas como mediante la inspección visual. En todos los casos se trata del insecto vector sin la bacteria, situación que se mantiene hasta el día de hoy.
La prevención frente a esta potencial amenaza para la actividad citrícola empezó en 2006, “bastante temprano” (en palabras de la doctora Lucrecia Augier), con un Programa Regional que lideraban la EEAOC y la Asociación Tucumana del citrus (ATC), para luego, en el 2009, comenzar el Programa Nacional de Prevención del HLB. Una importante línea de trabajo de este programa es la capacitación y difusión, así como la formación de agentes para la detección temprana del insecto vector y síntomas sospechosos de la enfermedad. La EEAOC, a través del programa Citrus y de la sección Zoología Agrícola, apuesta fuerte a esta línea para lo cual brinda continuamente capacitaciones a escuelas agrotécnicas, institutos terciarios, instituciones oficiales, empresas de la cadena citrícola y público en general.
Importancia del monitoreo del insecto vector y síntomas sospechosos del HLB
Otra línea de trabajo es la vigilancia fitosanitaria -el monitoreo-, que implica inspección visual e instalación de trampas adhesivas amarillas. El productor privado que pertenece a la Red Complementaria de trampeo de Tucumán instala trampas para detectar al adulto del vector, revisa el 100% de las colocadas por su empresa y envía el 5% de las mismas a la Sección Zoología Agrícola de la EEAOC, para que allí se realice un control de calidad.
La eventual presencia de la bacteria Candidatus Liberibacter spp. en el material recolectado surge del análisis de PCR que se hace tanto al insecto como al material vegetal en el Laboratorio de Fitopatología de la EEAOC, que integra una red de laboratorios acreditados para esta tarea.
Actualmente, hay cerca de 3600 puntos de monitoreo mediante la Red complementaria de trampeo, integrada por Afinoa-Acnoa, EEAOC y empresas privadas, que trabaja en paralelo con la red oficial del SENASA.
Explica la doctora Augier que en la actualidad hay once focos urbanos con presencia del insecto vector en García Fernández, Villa Fiad, Villa de Medina y Trinidad, Concepción, Simoca, Lamadrid, Lules, Famaillá, Monteros, Graneros, y Acheral. Desde el año 2024 hay tres focos en quintas cítricas comerciales en Famaillá y Monteros.
Actividades de capacitación
Durante 2024, las capacitaciones destinadas a jóvenes estudiantes abarcaron 28 establecimientos educativos, entre escuelas secundarias e Institutos de Educación Superior (IES) de toda la provincia, con 861 participantes, a quienes se formó para reconocer al vector, los síntomas de la enfermedad, las técnicas de monitoreo visual y con trampas amarillas y las normativas vigentes.
La EEAOC brinda este servicio de formación de manera continua a los miembros de la cadena citrícola, y pone énfasis en la formación de los jóvenes de escuelas agrotécnicas, “ya que todas las acciones de prevención siguen siendo valiosísimas y la capacitación hace que dispongamos de más soldados para esta tarea. La idea es tener cada vez más personal. El famoso Programa El Ojo alerta fue una experiencia muy importante en 2013, en el cual se formó intensivamente a jóvenes de cinco escuelas de Tucumán. Cuanto más personal tengamos, con más precisión vamos a saber dónde está el insecto, hasta dónde se expande y cómo debemos tomar muestras para análisis de la bacteria”, redondea la doctora Augier.
Agrega: “Hasta ahora no se ha detectado la bacteria en base a los resultados de análisis de muestras que llegan a la EEAOC. Los síntomas son complicados debido a que pueden confundirse con deficiencias nutricionales y otras enfermedades que afectan a las plantas cítricas. En mis clases enfatizo: si observan síntomas sospechosos en plantas, se toma una muestra y se lleva a PCR en el laboratorio de Fitopatología de la EEAOC. Si tenemos dudas de si se trata del insecto vector, también se puede acudir a nuestra institución”.
Las capacitaciones que la EEAOC brinda al sector privado son gratuitas y no han cesado en sus actividades desde sus inicios, en enero de 2006.