De a poco, los efectos de la postpandemia van haciéndose sentir. Lo observamos no solo en el diario acontecer de las actividades que nos interesan, sino en esas ocasiones especiales que brindan los seminarios, talleres y congresos para el intercambio personalizado de conocimientos y opiniones acerca de las novedades que no cesan de aparecer.
Las alternativas virtuales que tanto hemos frecuentado durante los últimos dos años pasados han sido pródigas, es cierto, de información relativa a los avances que, aceleradamente, han ido produciéndose en el horizonte de la actividad, en todos los frentes. Sin embargo, el regreso a la experiencia directa de los actores profesionales en esas reuniones presenciales las hace más nutritivas que el mero transporte de información al que obligan las presentaciones vía internet. Así lo percibimos desde esta revista cuando acudimos al testimonio de quienes han participado de estas vivencias.
De todos modos, lo destacable en este caso es la evidencia de cuánto han prendido en la conciencia de los técnicos, científicos y productores los conceptos guía de lo que concierne a la tan mentada sustentabilidad. Mientras en la superficie discursiva de los medios que nos ocupamos de estos menesteres el término en sí mismo va adquiriendo el carácter de lugar común, lo cierto es que en la realidad de las investigaciones y los desarrollos respectivos actuales, la búsqueda de soluciones al impacto ambiental negativo de la agroindustria va encontrando correlato concreto en las nuevas prácticas de la actividad.
Lamentablemente, esta muestra de la responsabilidad que obra en la conciencia de los agentes operantes en el sector agroindustrial no parece tener efecto en la consideración de quienes, con capacidad de decisión política respecto de las cuestiones ambientales, siguen apuntado al sector como el principal responsable de los desajustes climáticos que planetariamente padecemos. Una mirada sesgada que soslaya el rol pernicioso de los combustibles fósiles en el esquema energético mundial (ahora agravado por la guerra en Ucrania) y el virtuoso que, en cambio, la agricultura está en condiciones de protagonizar.
Editor Responsable
Septiembre 2022
